Resulta hasta cierto punto retórico para un historiador del arte afirmar que una de sus áreas de interés y, por ende, de investigación ha sido la que genéricamente conocemos por Renacimiento. Hay que considerar, sin embargo, que el Renacimiento, como otros períodos históricos definidos por procesos culturales, no presenta límites cronológicos propios ni, como tales, aceptados unánimemente. Con todo, la época que hemos entendido por excelencia como renacentista ha sido la que abarca desde principios del siglo XV hasta inicios del segundo cuarto del siglo XVI o, mas concretamente, hasta 1527, año en cuyo sexto día de mayo cayó y fue saqueada Roma prima sedes. Un período de poco más de 125 años, en el que el individuo reivindicó interpretar y resolver por sí mismo, fuera de la tutela eclesiástica, las cuestiones relativas a la realidad, al pensamiento y a la conciencia, y las ciudades-repúblicas italianas, sin cerrarse a la herencia medieval, renovaron y fortalecieron el cordón umbilical que les había unido y les continuaba uniendo a la Antigüedad. Florencia encabezó la renovación, pero ni los territorios de Mantua, Ferrara, Urbino, Venecia o Milán, por tan sólo citar algunos, ni tan siquiera el Nápoles catalano-aragonés, fueron centros secundarios ni periféricos en relación a la capital toscana. Antes bien, mostraron una gran capacidad de adaptar los principios del Renacimiento: el todo se ha pensado, el todo se ha dicho y el todo se ha creado en la Antigüedad, a las tradiciones y condiciones locales y al reto de orientar el presente a través de la razón histórica del pasado. Este universo de uniformidad discontinua que interseca en algunos territorios con la uniformidad igualmente discontinua de lo medieval es el que nos ha interesado y el que está presente en diversas publicaciones y en diferentes tipos narrativos. Singularmente nos ha interesado la figura de Leonardo da Vinci que de alguna manera cierra y agota el Renacimiento. En este caso, la investigación no ha tenido lugar tanto en el campo de la publicación sino, a lo largo de años, en la docencia monográfica sobre Leonardo.